Este blog nació hace algunos años y es uno de los frutos de la amistad de Felipe y Camilo, dos amigos que, gracias a sus guitarras rojas, se encontraron para darle vida a Alessandro, un chico que tiene un poquito de Felipe y otro poquito de Camilo. Viajes, porros, música, ficción, poesía y yagé, protagonizan este espacio.



jueves, 26 de mayo de 2011

Noche en Chapinero

Noche en Chapinero


Bogotá, chapinero, colillas de cigarrillos en los bolsillos. Olor a cerveza con tequila y un poco de guaro. 2 de la mañana, uñas, labial. Estás con mucha gente, pero no sabes quiénes son muchos. Entran a otro bar donde puedan amanecer, un sitio un poco más feo y huele más a orines, pero la cerveza cuesta $1.500. El vaquero del tequila se emborracha y se sienta con ustedes en la mesa, regala el tequila, lo bota por doquier, los unta a ustedes con tequila y luego les echa sal en las manos.

El estado de alcoholemia empieza a sobrepasar todo tipo de límites, ya hubo peleas, sangre, celos, ya se declararon unos con otros el amor. Ahora, lo único que faltaba era el sexo, ese sexo de bar rápido y con sabor a nicotina, ese que cuando lames el sudor de otra persona sabe a perfume barato y a guaro.

El sexo se dio por la sal en las manos. Desde que el vaquero borracho sacó los limones que le quedaban y los frotó en las manos de una parte de la gente. Juntaba manos que tenían sal con los que no tenían limón y produjo una michelada de encanto, un poco de limón por aquí, una lengua por allá, una cerveza por aquí, y las manos mejor para allá…

Todos inocentemente chupaban sus dedos y saboreaban esa sensación de libertad, las manos empezaban recorriendo senos, partían otro limón y las gotitas iban lubricando más la piel suave y picante. Todos en silencio cantaban la canción de I wanna be sedated de los ramones, la sincronía fue tan increíble que todos empezó a gritar, a llorar, a gemir, a reír, la cantaban al tiempo, gritaban –quiero estar drogado, quiero, quiero-. Todos estaban ahí con sus clítoris y sus penes húmedos cubiertos por los calzones de algodón.

Empezaron a sudar, a frotarse con el borde de la mesa, a acariciarse también ellos mismos las manos y terminaban masturbando la mano de otra persona. Llevaban mucho tiempo así, la sal se había esfumado, las manos resbalaban perfectamente por el abdomen, los senos, los brazos, las manos y el cuello. Unos se alejaron un poco, se secaron el sudor, pensaron que se había acabado la diversión, pero uno de ellos introdujo un dedo en la boca de otro, él empezó a chupar como si fuera un pene con una gran erección, mordían suavemente, pasaban la lengua por la entrepierna de las manos, chupaban dos dedos, tres dedos, cuatro dedos, méteme la mano completa, dame más, asfíxiame, mueve tu mano en mi boca, con la otra tócame la tetilla izquierda.

Parecían micos sacándose los piojos, parados en círculo chupándose los dedos con los brazos estirados, uno hacia adelante y otro hacia atrás, luego cambiaban de dirección.

Del segundo piso saltó el vaquero surtidor de tequila, sal y otras perversiones cayeron y con una brocha volvió a untarlos de ésta michelada, agregó algunas gotas de limón en unas manos que ya se veían un poco arrugadas mientras gritaban de placer, claro, cuándo no tenían dedos en las bocas, o cuando su lengua no estaba repasando la capa de sal en la mano de alguien.

Luego la música cambió, al parecer el dueño del bar estaba algo desesperado por lo que estaban haciendo y puso always on my mind de Elvis presley. Fue instantáneo, una marea de feromonas empezó a ahogarlos, el corazón se les aceleró y empezaron a sentir esas cosquillas en el estómago como cuándo estás enamorado.

Hubo un flechazo tan fuerte, en esos 4 minutos de canción, las chupadas ya eran menos salvajes, ahora eran más morosas, más sutiles, más seductoras. Poco a poco fueron sacando sus manos de sus bocas y ahora querían recorrer hombros.

Ahora eran dúos, tríos, cuartetos, incluso hasta quintetos, había mucha gente, muchos amigos, muchos enemigos, conocidos y desconocidos, pero todos se amaban, se abrazaban, se veían en esa luz casi inexistente de un bar a las 3 de la mañana, cubiertos por una ola de humo de cigarrillo y marihuana se decían: -marica, lo amo, marica, no sé que es pero le amo-, tocaban esos rostros con los deditos arrugados y fríos, conocían las facciones de ese nuevo ser amado, clavaban su mirada ya no de cachondez sino de amor profundo y después de largo tiempo mirándose, todos los presentes, dúos, tríos, cuartetos, quintetos, se besaron... besos de muchos sabores, besos borrachos, besos mareados, salados, besos de enamorados.

Los dúos luego se unieron a los tríos, hicieron una operación matemática maravillosa que sólo se logra en un alto estado de alcohol y lograron ser varios quintetos, empezaron a besarse todos los quintetos; estaban baboseados y emocionados, cuantas lenguas, cuantos mordiscos, cuantos pircings, cuanta piel áspera y cuánta piel suave, cuantos labios, cuanto amor.

Llegó un punto que en les dolía la mandíbula, querían seguir besándose pero físicamente estaban agotados. La borrachera los hacía poner más torpes y al mismo tiempo a otros les daba más energía, no sentían dolor, eran inmunes. Poco a poco se fueron alejando unos, cerraban y abrían su boca una y otra vez para ir relajando su cara y así quizá poder volver a ese gran beso amoroso y colectivo.

Tanto miedo a la soledad, tanto pánico al verse solos que no les importó más el dolor que sentían en su mandíbula, se incorporaron y se metieron nuevamente en esa ola de calor y saliva y papilas gustativas reventadas por los mordiscos de tantos dientes. Sangre y amor, rojo y azul, noche y día, amor y desamor, libertad y caos. Compañía y soledad.

Cada etapa duraba una hora, parecía planeado, a las cuatro de la mañana ya se estaban separando, parecía que el efecto always on my mind había cumplido ya su ciclo, ahora no sabían todos qué pasaría, todos sospechaban que ahora vendría algo más atrevido, algo más sucio, algo más tierno.

Todos se sentaron en el piso pegajoso, lleno de cigarrillos y servilletas, sal, limón, tequila, cerveza, también habían empaques de condones, dildos, ositos de peluche, botones, chaquetas, bufandas, vidrios y un alpinito.

Se miraban todos con todos, no se les ocurría nada más pero todos querían culminar eso con lo que querían, desnudarse y tener una gran orgía con millones de personas, que se uniera toda Bogotá, toda Colombia, toda Latinoamérica.

Pasaron 30 minutos, y nadie hacía nada, se les acababa ya la hora de otra actividad y nadie tomaba acciones.

Quizá estaban cansados, quizá volvieron a su estado cotidiano y recordaron su soledad, su tristeza, su melancolía, despertaron de ese estado idílico comunitario, sus ojos se llenaron de lágrimas, pidieron otra ronda de guaro, se la tomaron todos muy lento, sintiendo cómo poco a poco quemaba su gargantas y sus lenguas, pero lo que más quemaba, eran sus corazones.

Un ser extraño que no parecía hombre pero tampoco mujer se levantó, pidió otro guaro y se lo tomó rápidamente, grito: ¡Nunca más! Eso fue como una revelación, un despertar del despertar de todos, nunca más esa soledad, nunca más ese desasosiego, nunca más esa tristeza, nunca más ésa dependencia emocional, nunca más mendigar amor, nunca más sometimiento, nunca más frío al dormir solo, nunca más decir sí por miedo, nunca más rogar, nunca más volver, nunca más volver.

Las lágrimas empezaron a cumplir su ciclo, estaban sacando esa sensación que nunca más volvería, cayeron a los pies, cayeron al suelo, todos lloraron...pero se sentían ahora como un juguete nuevo, como cuando tomas una guitarra nueva y sientes el olor a madera fresca y pintura, nylon, a rock and roll. Esa sensación de despertar en lo desconocido, sabiendo que no hay nada más importante en el mundo que ese segundo, que ese aroma, que esa dicha, que esa vida que se divide en micro-vidas.

Ya nadie quería provocar una gran orgía, nadie quería seguir besando desconocidos, ni querían sexo, nadie quería metérselo a alguien, nadie quería nada.

Habían llegado a un momento de liberación tan grande que no querían permitir que el sexo otra vez los volviera esclavos, no querían que el alcohol siguiera dominándolos de esa manera, querían ser libres, querían seguir los latidos de su corazón, querían obedecer a sus instintos, a sus emociones, querían ser anarquistas.

Salieron de ese amanecedero renovados, nunca una borrachera los había dejado así, esperaban el típico guayabo físico y emocional, pero ésa noche-madrugada volvieron a nacer. Dejaron de ser esclavos, se responsabilizaron de su vida, lo que trajo borracheras conscientes, sexo deseado, amor libre, drogas alegres a la medida de cada quién, y autoestima platónica.

Después de un tiempo, se encontraban a veces algunos de los participantes de esa gran fiesta de amor y chupadas, y siempre hablaban de lo que sintieron mientras hacían todo lo que hacían, antes, durante y después de esa noche, de esa madrugada, todos contaban cosas muy distintas y creíbles, pero ninguna cuerda, reconociendo que el ser cuerdo es tan irreal como el cielo azul, como los dientes blancos o la luz del sol.

Una noche que marcó la vida de todos, donde ya no tenían miedo a estar solos, donde celebraban estar solos para que otros no robaran su amor propio, donde pensaban que la masturbación era la solución perfecta para la satisfacción y el coqueteo se convertía en algo íntimo...

CamiloArt

jueves, 19 de mayo de 2011

'Don't Stop Me Now'

Como un tigre que salta hacia su presa
Sin dudarlo
Con determinación
Y absoluta fuerza hacia adelante
Como siempre
Como nunca




Otra vez se levanta el tigre, y corre directo a su presa, se mueve sigiloso y a pesar de toda la selva que lo impide avanzar, a pesar de ese fango que embarra sus patas y de esa pesada piedra que lo amarra a una, a pesar de todo eso sale corriendo

Corre con tanta energía como cuando era libre, tal vez solamente era libre en sueños, tal vez, era solo un sueño, su imaginación nada más. Pero en esos recuerdos, veía como podía ser realmente rápido, realmente poderoso, como corretear a su presa hasta lanzarse fuertemente sus garras con todo el poder que ejercía

Entonces, nuestro tigre, corre y hace un esfuerzo en la recta final de esta carrera por conseguir su libertad, lo que lo amarra empieza a ceder y él se vuelve uno con su determinación de correr. Y luego del momento de máxima tensión, la cuerda finalmente ser rompe y lo deja en libertad. El tigre corre a gran velocidad, supera sus sueños. Libera un grito feroz, un grito de batalla y de libertad como nunca antes se había escuchado, y su presa se da por vencida.
Ha ganado la primera batalla de libertad este tigre, y antes de ser amarrado de nuevo empieza a correr por el mundo gritando su fuerza, su valor y su determinación a seguir adelante.

Cuando conocí al tigre me di cuenta que seguía encadenado...se había enredado entre las cadenas que cargaban mis pies para liberarse de nuevo. Yo nunca las había visto sino es porque él se enreda en ellas. Y ahora lo entiendo todo.
Sin embargo, el tigre no saldría corriendo a romper mis cadenas. El me miro a los ojos y me pidió que lo acompañara a romperlas juntos. Yo lo dude. Si las rompo, caeré al piso, será un gran golpe que prefiero evitar. Al fin y al cabo estas cadenas me han mantenido seguro y colgado toda la vida, sería una estupidez romperlas
EL tigre, abrió sus alas, y voló alrededor mío, como las cadenas estaban enredadas entre sus patas, ahora se enredaron entre mi cuerpo también. Él giraba, subía, bajaba, me daba vueltas en todas las direcciones, y así terminé sintiendo realmente mis cadenas. Sentía como ellas además de sostenerme los pies, me estaban apretando el pecho, el cuello, los brazos, las piernas, todo!!

Empezaba a sentirme irremediablemente prisionero de lo que antes me daba tanta seguridad. Entre más volaba el tigre alrededor mío, más me apretaban las cadenas, más restringido estaba y hasta era menos probable que jamás cayera al abismo. Pero... valía la pena todo esto?, de cuantas cosas me estaba privando cada segundo?, cada vez que el daba una vuelta podía mover un dedo menos, un brazo un centímetro menos, una pierna perdía su movilidad, terminaría siendo un tronco, un ser inerte colgado en el techo.

Con mis últimos esfuerzos, mire arriba, y vi, miles de capullos colgados, enredados en si con unas finas cadenas blancas, casi transparentes.... y vi con desesperación como el tigre, me estaba volviendo alguien así de nuevo.
Y no lo acepte.

No estoy dispuesto a envolverme entre estos hilos que no existen, prefiero caer. No sé qué va a pasar, no tengo un plan, tengo vértigo y miedo, pero prefiero caer. LE dije SUELTAMNE!!! QUIERO CAER!! Y no me hizo caso, el tigre seguía dándome vueltas. Y aun así continúe mi lucha, con determinación, y encontré, que la cuerda más fácil de cortar era la que me mantenía a flote.

No podía romper ninguna de mis cadenas que me impedía mover, solamente, podía morder a cuerda que siempre me había mantenido unido a la seguridad de no caer, solamente la primera cuerda que me acompañó toda la vida, la podía cortar. Por alguna extraña razón, toda la madeja que me hizo el tigre no las podía romper...
Y pensé.. Es ahora o nunca. No sé qué pasará mañana, pero esta decisión que camina hasta mi cabeza ya ha sido tomada. Mordí la cuerda y caí.

Por unos segundos, que tal vez fueron semanas o meses el vértigo se apodero de mí. No tener un suelo que pisar a veces, da miedo. Estar volando durante mucho tiempo también da miedo, a mi me divierte. Pero la caída libre directo al caño, asusta. A veces, me asusta más que la muerte.

Tuve ganas de terminar con mi vida. Pero estaba atado todo el cuerpo. El tigre se había quedado arriba amarrando otros. Y yo caía.

No puedo explicar cómo fue el golpe, creo que duro algunos meses, y mi recuperación en el piso algunos años. Lo único que sé es que hoy, mis manos tienen garras, como aquel tigre, y con esas garras pude romper lo que aprisionaba mi cuerpo Y ponerme de pie. Creí que llegaría a un lugar mejor. Pero no, simplemente llegue a otro lugar.

He cambiado. Mi cuerpo ha cambiado, mis pensamientos han cambiado, aquel viaje me ha cambiado, sin importar si fuera cuesta abajo.
A veces miro el cielo y veo salir de entre esos capullos hechos con ataduras blancas, unas lindas mariposas que vuelan y acompañan algunos tigres voladores en su viaje mientras ellos enredan más humanos.

A veces miro al horizonte y veo como tigres están rompiendo sus cadenas y saliendo a correr llenos de coraje, determinación y velocidad.
A veces miro la colina... esta tan llena de cosas, llena de objetos que no conozco, seres que no se nombrar, es maravillosa. LA vida es tan diversa.
A veces me miro a mi mismo. Tengo el cuerpo de humano, garras de tigre, casi me salen alas como la mariposa, pero estoy en la mitad entre todos ellos ahora. Caminando libre hacia la colina...así que, no me detengan ahora.

lunes, 16 de mayo de 2011

ORÍGENES BASURA

ORÍGENES BASURA.

¿Todo será una copia? Hoy quisiera escuchar algo que nunca antes haya escuchado, algo que innove, algo que me haga sorprender más y más y más. Quiero escuchar algo que no tenga orígenes, ni propietarios ni estéticas, que no tenga modas, fetiches ni cultos. Que sea tan profundo y superficial, tan vacio y abstracto, que sea tan grande y tan pequeño, o que no sea nada… pero, hasta la nada tiene algo, que no sé qué será, pero lo tiene.

Son pocos los pensamientos que son propios, la mayoría de cosas que pensamos son ideas de otros, sentimientos de otros, angustias de otros, miedos de otros… quisiera que alguien viniera en este momento a decirme algo que sólo esa persona ha sentido en el mundo….

Creo que es complicado…hasta cagar tiene reglas estrictas. Quisiera no seguir ninguna norma, ninguna doctrina, ningún certificado psiquiátrico… Ya no quiero inventar nada, quiero vivir de lo que creo que es mío, pero no es mío, es del mundo, no soy un ser aparte de él, lastimosamente. Hago parte de éste aunque me parezca horrible y bello a la vez.

Y mientras la gente vive alimentándose del sufrimiento de los animales y eso les trae felicidad, y viven vistiendo con prendas que no creo que hayan pedido permiso a sus dueños para quitárselas, y se la pasan alienados viendo mtv y viendo el noticiero que les recuerda el fin del mundo y al ver todas las catástrofes, tsunamis, terremotos, escases de agua, calentamiento global, al presidente Obama, niños muriendo de hambre, familias destrozando la casa de otros en ciudad bolívar, el caza noticias, a Don Próspero, no sienten nada… se han vuelto (como diría Pink Floyd) tan cómodamente insensibles…

No sé si el insensible seré yo, que siento que pierdo las esperanzas cada vez más con éste mundo, con éste hermosa Colombia….o quizá soy en exceso sensible, cuando miro que patean un caracol en la calle y me duele más a mí… o cuando un niño de 9 años bota una bolsa de papas Margarita al río de la Calera…. O Cuando se sube la gente a los buses a pedir plata y a decir muchas cosas horribles de su vida, todas las miserias existentes que les han ocurrido, y luego muestran los balazos que les dieron cuando salían del pueblo y no los han atendido…. yo no sé si serán ciertas o mentiras, pero nada más subirse ahí y aprenderse todo eso es admirable. Qué monólogos tan exquisitos.

Qué mundo extraño, ¿por qué será que nací en éste mundo?

Concluyo con que este día está realmente extraño, intento ver qué enseñanzas me deja la Señora Gripa, y mientras me bañaba reflexioné al respecto, y sentí que en ocasiones cuando nos enfermamos es cuando despertamos consciencia del cuidado de nuestro cuerpo, a veces le damos tan duro, a veces nos exponemos tanto, a veces tomamos mil porquerías y nos metemos otras cuantas… Por el momento, lo primero que haré, será usar bufanda cuando esté callejeando más tarde de las 7 pm, que suelo hacerlo en éste caótica y cómplice Bogotá nocturna….


Camilo Art

domingo, 15 de mayo de 2011

metáfora







Vi en ti un espejo, que refleja lo más bonito de mí. Y en mi también veo otro espejo que refleja lo mejor de tí. Entonces, cuando estamos juntos es como cuando pones dos espejos frente a frente, donde se pierden los reflejos del uno en el otro, y la luz va de uno hacia otro infinitas veces, ilumina la habitación y es muy bonito.



PipeArt

lunes, 9 de mayo de 2011

Con el remedio en el corazón, para la Mujer Ave Nocturna

Mamá soy imagen y semejanza tuya.

No hay nada que hacer.

Todo, todo, absolutamente todo lo que haces tiene un sentido,

Por tanto vida,

Espíritu, amor.

Estoy tocando la maraquita, casi escribo mariquita jajaja

Y lo escribí, qué gay.

Decía, siempre caigo y siempre vuelvo a tus pies.

Tú ya lo sabes.

Todo lo sabes.

Gracias

Camilo Art

En la madrugada de mayo del año 2010, con el remedio en el corazón.

martes, 3 de mayo de 2011

Alessandro 2.0

3 de mayo 2011

(Leer antes la primera parte, Alessandro Frutifílico, que está en éste blog, en entradas más antiguas)

Alessandro 2.0

Comienza Alessandro con sus recuerdos incestuosos, tomándose una Reds y una Club Colombia Roja. Alessandro las combina y se fuma un cigarrillo, y empieza a perderse en su imaginación sin saber si se trata del pasado o del futuro.

Y recuerda cuando su mamá lo cuchareaba, el sólo abría la boca y dejaba que su mamá introdujera todo lo que ella quisiera en él. En ese momento él se quitó las gafas y volvió a generar la luz naranja por toda la habitación.

Siguió imaginando y pensó: -“jueputa, yo deseaba a mi mamá tanto… qué rico me chupaba los dedos cuando era bebé, nunca antes alguien lo había hecho así”-. Entonces, él se empezó a tocar todo su cuerpo, a meter sus manos suavemente y a imaginar y recrear lo que sucedía cada vez que la comida resbalaba de la cuchara a su pecho y su mamá se la quitaba con la lengua.

Tomó otro sorbo de cerveza mientras su imaginación le hacía explotar la sensación. Y mientras escuchaba Corazón Partio de Alejandro Sanz, recordaba cuando su mamá la cantaba a todo pulmón mientras preparaba algo delicioso de cenar, y entraba él a la cocina y la tomaba por la cintura, la abrazaba fuertemente y cantaba con ella, y, sin ninguna mala intención restregaba su pene en el cuerpo de ella.

Entonces ella se excitaba un poco y sonreía, porque entendía que estaba empezando un momento de amor con su hijo y creía necesario darle continuidad de una manera natural. Entonces se desabrochaba la blusa y cogía las manos de Alessandro y las llevaba a sus senos.

Alessandro era demasiado ingenuo para saber las perversas intenciones de su madre, pero lo hizo porque le fascinaba ver a su madre sonreír. Tomó otro sorbo de cerveza y sintió escalofrío porque sentía que no debía pensar eso, pero disfrutaba pensándolo, se había dado cuenta que su madre lo deseaba de la misma manera que él a ella. En ese momento, armó un porro porque quería transportarse en el tiempo y sentir las caricias de su madre como cuando ella lo bañaba.

Pero ésta vez las quería sentir más íntimas, más propias de ellos dos, quería sentir un momento de total compenetración, un momento sublime sin memoria… que simplemente existiera para disfrutarse sin mayor pensamiento alguno.

Cuando se dio el primer plon fue muy rápido el efecto y logró escuchar los gritos de su madre cuando lo llamaba histérica; y mientras más crecía Alessandro, más lo erotizaba ver a su madre de mal genio.

Ya su erección no podía con sus calzoncillos, entonces quería llegar más lejos. Cogió toda la ropa de mujer que tenía, que la gran mayoría era herencia de su madre, y empezó a vestirse como ella, usando el mismo brasier que antes él le había desabotonado.

Una vez vestido de mamá Alessandro, empezó a besarse él mismo, no se aguantó y se fue a la cocina a preparar un delicioso plato de coliflor que era su favorito y empezó a comer y a regar su comida por su pecho, por sus mejillas y se limpiaba con la misma sutileza y picardía con la que lo hacía su madre.

Entonces se llevó otro plon a la boca mientras esparcía otro poco de marihuana sobre la comida, gustoso de preparar un plato exquisito que lo llevara a esos momentos que quería vivir. Abrió el coliflor con sus manos fuertemente y le pegó un mordisco que lo metió en un trance inmediatamente, cayó al piso mirando el techo y siguió imaginando y disfrutando del cuerpo de su madre mientras inconscientemente se masturbaba.

Ese pajazo fue eterno, además porque sentía sus manos tan suaves y delicadas como las de su madre. Cuando ya estaba en el clímax decidió detenerse y poner una canción de Vicente Fernández para terminar su pajazo con la música que escuchaba que ponían sus padres para tener sexo, y de esa manera que Alessandro no se diera cuenta.

Entonces, la Mandarina pilló a Alessandro mirando el techo con la mano dentro de su pantalón y dijo: -éste es el momento-. Rodó hasta la entrepierna de Alessandro y le quitó el pantalón y empezó a deshacerse y a mojarlo todo mientras él seguía moviendo su mano pensando en su mamá.

La Mandarina estaba ansiosa pero aún no se sentía la protagonista del placer de Alessandro, la vez anterior era el jugo de naranja, hoy era su madre. Así que se puso a llorar mientras que Alessandro, con la mano que no tenía en su verga tomaba un pedazo de ella y se lo llevaba a su boca, la lamía con la lengua y luego mordía un poco con los dientes para dejar escapar su jugo.

La Mandarina sintió un poco de consuelo y dijo: -tarde o temprano serás mío Alessandro, sólo mío, buajajaja-.

To be Continued.

PipeArt

CamiloArt

lunes, 2 de mayo de 2011

Buscando Motivos para vivir…

2 de Mayo 2011


Buscando Motivos para vivir…

Caminando por la calle, intento no pensar, intento sentir la brisa en mi cuerpo que va pegando mi ropa a mi piel, sintiendo cómo mi rostro y mis brazos reciben la luz del Sol, y los van volviendo un poco más rojos, más colorados… es imposible no cubrirme con las manos mi cara y los ojos, porque mis ojos son un poco sensibles… voy caminando y veo el mundo, veo los perros y la gente pidiendo cien pesos para pagar la pieza o para completar para el basuco. Cuando me piden plata me da tanta pereza meter las manos en los bolsillos, que siempre les digo que no tengo.

Monserrate es enorme, hoy tenía un brillo especial, hoy está dispuesto a seducir, y me está seduciendo. Los edificios dibujan en su piel sombras. Pobres edificios, nunca les preguntan dónde quieren estar…Solo la gente los ubica donde les parece más estratégico para su economía.

Estoy seguro que ellos no desean cubrir estas montañas bellas, están ahí firmes agachando la cabeza, porque aunque quieran, no pueden salir corriendo. Desean tocar el cielo, y en un acto mágico llegar tan alto y desprenderse de esas bases de acero para no volver a sombrear la robusta piel de las montañas.

Ya se han vuelto amigos, las montañas y los edificios. Las montañas son conscientes que no es culpa de los edificios que estén ahí. Entonces, ellas, las montañas, los reciben con cordialidad, les preguntan por sus días, si se ven afectados por el clima, les advierten cuándo va a llover para que con su poder mental y su convicción no les de gripa, porque la gripa de un edificio es una cosa atroz.

Tan acostumbrados están de estar de pie los edificios, que ya no sienten cansancio en sus pies.

Y así, todo adquiere vida, mientras vemos televisión o estamos chateando en facebook. Nunca la gente se preocupa por si la mesa del comedor ha tenido un bien día, o si la lámpara desea estar durmiendo todo el día porque la noche anterior se desveló cuidando los sueños de Cristina.

En éste día soleado, la virgen de Guadalupe está recibiendo todo el Sol, no creo que haya tenido tiempo de aplicarse bloqueador solar, y, como ya es costumbre en éste país, a nadie le importa. Ni siquiera se preguntan si una virgen que está tan alto como ella desea al menos abrir una sombrilla para refrescar un poco el ardor que debe tener por estar todo el tiempo expuesta a los rayos solares y a la mierda de paloma.

Los carros que van por la circunvalar hacen cosquillas en esas montañas, si uno se detuviera a escucharlas se percataría de sus carcajadas. Estos seres son realmente maravillosos, están toda su vida desnudos, exhibiendo sus colores, sus recovecos y sus alturas. Siempre que me siento grande miro las montañas, y al instante me doy cuenta de lo pequeño e indefenso que soy.

Creo que ahora encontré un motivo para vivir. Porque encontré vida en lo que se piensa que no hay vida, porque no hay nada inmóvil, porque todo hace parte de un plan, y mi plan es tener un No Plan.

Morir cada instante y volver a vivir en otro instante.

Tengo frío, prenderé un Belmont. Aunque sé que no me quitará el frío, al menos me elevará por seis minutos.

Camilo Art