Este blog nació hace algunos años y es uno de los frutos de la amistad de Felipe y Camilo, dos amigos que, gracias a sus guitarras rojas, se encontraron para darle vida a Alessandro, un chico que tiene un poquito de Felipe y otro poquito de Camilo. Viajes, porros, música, ficción, poesía y yagé, protagonizan este espacio.



lunes, 3 de septiembre de 2012

Alessandro 4

1 de septiembre de 2012

Alessandro 4

“Qué video”, dijo Alessandro al bajar de su viaje bien alto, nunca había sentido ni disfrutado tantas emociones juntas; y ahora que vuelve a pisar la tierra está dispuesto a nuevas aventuras. Uno aquí y uno allá, decía todos los días al despertar y antes de dormir. No quería pensarse lejos ni sentirse tan cerca, sus dos “yo” debían tomar caminos distintos por un tiempo y repite: “qué video”.

Su primer “yo” quería ser más atrevido de lo que ya había sido antes, quería tener más aventuras y quería romper más límites  que quería conocer. Quería conocer más lo que cualquier mundo le podía ofrecer.
Su segundo “yo” había sentado un poco cabeza, seguía siendo un desquiciado desordenado, amante del café muy dulce y el pogarrillo, pero con ganas de atreverse a la tranquilidad sin sonido a alto volumen ni millones de vergas y culos cada 15 días. Aunque de vez en cuando un polvo no le caía mal.

Entonces caminó unos pasos entre la ciudad y la montaña y en un tropiezo del camino cayó fuertemente al piso y se rompió en dos. Se separaron cada uno de sus dos “yo” en dos sujetos físicos, cada uno miró al otro y se reconoció en el otro, levantaron una mano y se tocaron, en ese momento cada Alessandro descubrió lo diferentes que eran un “yo” del otro.

Este rompimiento causó en los  Alessandros una admiración erótica profunda porque los dos sabían qué querían, cómo lo querían y cuándo lo querían, pero también sabían queé no les gustaba y así, decidieron juntar sus cuerpos en un mismo cuerpo estando separados. Qué video, decían los al tiempo, los pensamientos eran casi que sincronizados y las babas sabían a lo mismo.

Cuando Alessandro se dio cuenta lo fácil que era fusionarse con él mismo, empezó a buscar otros cuerpos y otras formas con qué fusionarse. Su primera víctima fue una monja. Quería descubrir, vivir y comprender cómo una persona podía dar su vida a la virginidad, a la espiritualidad  y a todas esas locuras poco mundanas que la vida religiosa exige.

Viviendo en esa vida y en ese cuerpo se dio cuenta que la virginidad de las monjas es una mentira, cada una de ellas está profanando en silencio su santo sacramento y entre ellas una fuerte hermandad amorosa se cubren y se permiten placer entre ellas mismas. Bajo sus sotanas un mar de posibilidades las invadía y clandestinamente disfrutaban de su sexo.

Después de descubrir los placeres de las monjas, Alessandro decidió buscar algo nuevo y fusionarse y experimentar cómo funcionaban sus placeres y su diario vivir. Entonces se deslizó por las piernas de la monja hasta el piso, tocándola muy suavemente, dándole un ligero pero exacto placer que la llevó al orgasmo. La monja gimió y Alessandro ya estaba en el piso buscando otro objeto con que fusionarse.

Ahora, Alessandro se va a fusionar con algo desconocido, quiere experimentar algo que no sabe qué es ni sabe cómo acercarse a eso, pero lo que sí sabe es que el secreto comienza en sus pues, tan poco valorados y besados, esos pies que lo llevarán lejos y que también han soportado muchas noches en bares de chapinero bailando esa música estúpida de moda.

Caminar, camino, caminando: es el único camino, pero sus pies cansados y sudorosos no quieren caminar en vano ni aventurarse a profanaciones.

Alessandro mira a sus pies y les pregunta: ¿Qué es caminar en vano?
-Mierda, qué video, no sé qué es caminar en vano

Vuelve a mirarlos y recuerda todos los caminos por los que lo han llevado sus pies, todas las aventuras, todos los sitios que ha recorrido  y todas las veces que sus pies han dejado de estar en el suelo para estar en la cama.

Se sienta en el piso, lleva sus pies a su boca y los besa apasionadamente, dándoles gracias por todo lo que lo han ayudado, u se da cuenta que nunca ha caminado en vano.

Mientras escucha Rock and roll all night siente que aunque una parte de Alessandro estará lejos, el otro no se quedará desolado, pues hará exactamente lo mismo: Aventurar, recordando en cada acto, movimiento y pensamiento lo que era estar juntos en un mismo cuerpo, provocando lluvia naranja al quitarse las gafas.
Alessandro decidió volverse a partir en dos, pero ésta vez no son partes opuestas, sino son dos partes complementarias. Va a romper las leyes de la física, va a estar en dos lugares al mismo tiempo, va a crecer y a vivir en distintos momentos, rodeado de diferentes personas, probando de diferentes cuerpos.
Alessandro sabe que llegará el día en ser nuevamente un solo Alessandro, pero ahora él va a ser Ale y el será Sandro.


Alessandro 3


2 de marzo de 2012

Alessandro 3

Creo que ya no hay vuelta atrás. 

Alessandro, sentado bajo la lluvia, siente que las goticas tocan su mano y se empieza a acordar de toda su trayectoria y se da cuenta que en este momento ya no hay vuelta atrás.
Está indeciso: las responsabilidades o la diversión.

Mira hacia el cielo y piensa que no vale la pena sacrificar la diversión por nada. La vida es tan corta que de nada sirve amargarse. Despojado está de todas las prevenciones diarias y nocturnas. Se decide a viajar, toma un avión por la noche mientras se eleva en el aire, ve las estrellas perdidas, luminosas, titilando al borde de la ciudad… y el avión se eleva y se eleva, mientras él también se eleva.

Toma un respiro y se acuesta en la silla, siente la textura del cuero en su mano y se relaja. Mira de nuevo por la ventana del avión y piensa que ya no necesita fumarse un porro, porque ya se lo fumó.

La sensación que experimentó lo lleva a cerrar los ojos, por un segundo piensa en todas las personas que han pasado por su vida, su madre, su padre, sus tacones, todas las máquinas que ha deseado y todas las noches flotando en el mal.

Por unos instantes Alessandro no sabe si está volando o si está nadando, su conexión con la naturaleza es tan profunda que siente que todo parte de un mismo todo: la noche, el día, el agua, el aire, los pelos y el sexo vienen del mismo lado.

De pronto lo interrumpe un muchacho que llega con una señora y se sienta uno a cada lado de su silla, ahora él quedó en la mitad entre el sexy muchacho y el olor a sexo recién hecho de la señora… y ambas cosas lo excitan mucho. Piensa colocar una mano en la pierna de cada uno de ellos; la mano izquierda en la pierna derecha del muchacho, preferiblemente cerca a la entrepierna y la mano derecha acariciando el borde interno de la pierna izquierda de la señora. Alessandro siente una corriente de excitación que corre por su cuerpo.

Sigue con los ojos cerrados y ve la expresión del rostro de la señora y del sexy muchacho, baja la cremallera de él y coge el borde de la falda de ella, ambos, señora y joven gimen en silencio, como cuando rezas y no quieres ser escuchado… con la misma intensidad y el mismo silencio.

Alessandro empieza a escuchar las voces que lo rodean, siente que hablan de él, pero ese sentimiento es confuso, así que prefiere no poner atención y sigue adentrándose a la entrepierna de sus compañeros de vuelo…