YO EN EL FONDO DEL MAR
En el fondo del mar
hay una casa de cristal.
hay una casa de cristal.
A una avenida
de madréporas
da.
de madréporas
da.
Un gran pez de oro,
a las cinco,
me viene a saludar.
a las cinco,
me viene a saludar.
Me trae
un rojo ramo
de flores de coral.
un rojo ramo
de flores de coral.
Duermo en una cama
un poco más azul
que el mar.
un poco más azul
que el mar.
Un pulpo
me hace guiños
a través del cristal.
En el bosque verde
que me circunda
—din don... din dan—
se balancean y cantan
las sirenas
de nácar verdemar.
me hace guiños
a través del cristal.
En el bosque verde
que me circunda
—din don... din dan—
se balancean y cantan
las sirenas
de nácar verdemar.
Y sobre mi cabeza
arden, en el crepúsculo,
las erizadas puntas del
arden, en el crepúsculo,
las erizadas puntas del
mar
VOY A DORMIR
Dientes de
flores, cofia de rocío,
manos de
hierbas, tú, nodriza fina,
tenme
prestas las sábanas terrosas
y el
edredón de musgos escardados.
Voy a
dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una
lámpara a la cabecera;
una
constelación; la que te guste;
todas son
buenas; bájala un poquito.
Déjame
sola: oyes romper los brotes...
te acuna un
pie celeste desde arriba
y un pájaro
te traza unos compases
para que
olvides... Gracias. Ah, un encargo:
si él llama
nuevamente por teléfono
le dices
que no insista, que he salido...
mar.
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