Este blog nació hace algunos años y es uno de los frutos de la amistad de Felipe y Camilo, dos amigos que, gracias a sus guitarras rojas, se encontraron para darle vida a Alessandro, un chico que tiene un poquito de Felipe y otro poquito de Camilo. Viajes, porros, música, ficción, poesía y yagé, protagonizan este espacio.



viernes, 23 de agosto de 2013

Penelope (cuento sobre el fin)





Hoy fui hasta el cementerio a visitarlo. No me encontré más que el recuerdo de sus polvos. No me encontré más que todo lo que hay en mi mente sobre él y no me encontré ningún otro rastro de su existencia que mi misma memoria. No es nadie si no estoy hay, existe solamente porque yo lo recordaba y justamente cuando decido olvidarlo deja de existir. Ahora es otro ser, otra persona, otro ente.

Su muerte, su olvido, la superación de su existencia fue marcada por un día en que me lo encontré sentado, sin fumar, sobrio y aburrido, esperando a alguien que caminaba por la acera sobrio y aburrido. Lo que paso antes de su encuentro lo puedo narrar con detalle porque yo estaba presente.

Caminamos desprevenidamente a su encuentro, sin mas estimulación que oír la canción de pink floyd que es capaz de superar algunos orgasmo misóginos. Al correr el minuto tres de la letra volteas tu cabeza lo encuentras sentado en un pequeño e insignificante anden. Yo me escondo detrás de los matorrales. A mi, Doji, no me gusta estar tan de cerca en ese tipo de conversaciones.

La música sigue sonando, tienes solamente un audífono en tu oreja derecha, el de la izquierda ya te lo has quitado. Saludas con una sonrisa cortés, sin esperanza de que la conversación termine en sexo, ni siquiera en un beso, ni siquiera en un abrazo, ni siquiera tienes esperanza de salir enamorado de aquella conversación.

Yo observo como te sientas a su lado. Entonces veo hablar a dos personas. Ya no eres tu y él no es él. Todavía cargas Dogs en tu ipod pero no eres tu.  Él ya no es él, todavía tiene el pelo negro y los ojos verdes, pero ya no es él. Son dos personas totalmente diferentes las que se encuentran hablando en ese momento.

La canción sigue sonando ya nadie la escucha. En algún computador cercano alguien ve porno, pero a nadie le interesa. Alguien esta enamorado de ti, pero a nadie le interesa. Alguien esta enamorado de él, pero a ti no te interesa. Alguien te quiere besar, alguien lo quiere besar, alguien quiere que los dos se den un beso. Alguien los esta mirando, alguien los imagina desnudos y haciendo el amor. Alguien los imagina lejanos, fríos y secos. Alguien ve todo al tiempo. Ese ultimo soy yo.

Las palabras salen como en un resumen de una bitácora, un comentario de una película, o una critica de arte. Falta sabor en las palabras. Falta olor en el aroma, definitivamente esteban esta muerto. A medida que la canción se sigue desangrando en tus bolsillos, sigue sonando y nadie la escucha, la conversación fluye sin ningún sentido. Al final no va a ser mucho lo que quede. Simplemente será una más de las personas con que casualmente te encontraste ese día.

Así cuando no les dices nada porque no te importa. Así mismo, eres otra persona diferente. Yo me pregunto que paso con ese pequeño peluche que le regalaste ¿estará en la repisa como te dijo cuando hablaron por teléfono hace 4 años? ¿estará en la basura? ¿estará en un rincón polvoriento y olvidado como el tuyo? ¿todavía guardara todos los mensajes secretos? ¿él ya los abra descubierto y por eso te evita? Bueno, no es tan importante, al fin y al cabo el destinatario de todos esos mensajes ya no existe. El ser que tienes delante tuyo es alguien completamente diferente.

Y siendo tu alguien diferente a quien fuiste ayer, siendo alguien muy diferente a quien fuiste hace 4 años. No queda mas vinculo entre ustedes que un vago recuerdo de algunos momentos en que personas comunes compartieron experiencias comunes y todo se fue al caño. Todo se intento reciclar. Todo se volvió ir al caño.

La canción esta a punto de terminar. Ya no se habla de esperanza en esta casa. En esta cama nadie se acuesta con la esperanza de enamorarse, el sexo se volvió una constante aburrida. El amor paso a ser de ser una ilusión a ser una ilusión. Realmente por esta cama no paso nadie mas, realmente todos perdieron el pantalón al pasar por acá. Realmente yo, Doji, lo vi todo también. Y estuvo no tan mal.

La canción se terminé, la conversación sigue. Hay un espacio en blanco sobre el cual no hay nada mas que escribir. Empezaron a sonar otras canciones, la música continuó desangrándose en tu bolsillo. Yo seguía viendo su conversación, labios moviéndose, cada cabeza a casi un metro de distancia, el olor de los cuerpos era neutro y aburrido. Te quitas la chaqueta para evitar acalorarte demasiado, ni siquiera te mira por curiosidad. Siguen observando la gente que camina. Ya no hay nada que ocultar entre ustedes simplemente por que no hay nada.

Una llamada. Ya casi llego, espérame otros 5 minutos. Esta bien. Más detalles de tu vida que yo ya me se y no nos importan. Algunos detalles de su vida que yo no se y que no nos importan. Unos ojos verdes oscuros por el sol, por el brillo y por la oscuridad. Un reflejo perdido como el de aquel niño de 16 que a los 22 ya no tenia ojos verdes, sino oscuros. Monsieur le Culotte. Cierta cantidad de experiencia que pesa en las bolas, en los pelos de más, en la piel agotada y agrietada, en los rasgos de la cara que no son fáciles de ocultar. Mas pendejadas de vivir en ambientes que se contradicen.

Un poco de problemas de todo tipo. Sus miradas entre líneas nos dicen que cada cual esta en su dilema de escasez económica, cierta falta de afecto y cierta experiencia en la vida de la calle. Yo conozco un poco de eso, soy un gato que he vagado mucho por ahí. La experiencia pesa en el color de la sangre y hace que cambie le color de la piel, el grosor de los labios y el calor de los besos. Pero realmente nunca he estado de acuerdo en que la experiencia cambie el calor del perfume. Tal vez si tuvieras el mismo olor de hace tiempo, no estarías muerto.

Todavía podría revivirte y tenerte para siempre. No te he olvidado, mi nariz te recuerda. Pero yo no puedo describir lo que recuerda de ti, ni lo que esta anclado. Simplemente recuerdo escenas, fotos y videos de lo que viví con alguien que era parecido a ti. Cuando yo era un gato de un muchacho llamado Esteban.



Entonces te das cuenta, que aquel muchacho que tu y yo conocimos ya no existe. Y para ponerla sencilla, ahora “etienne est morte”. Y sinceramente no se si fue el día de hoy, tal vez fue el año pasado. Sinceramente, no me importa. Lo mas seguro es que murió el ultimo despido, la ultima borrachera. Murió sin que le pudieras decir el "como putas te digo", nunca supiste como decírselo y ya no está aquí para que se lo digas.

Podrías mandarle todo esto a esa persona que esta en frente tuyo en este momento. Un figurín de carne y huesos, pelos largos y olor a sexo. Esa persona podría ver y escuchar lo que le quisiste decir a ese personaje del pasado, y muy seguramente no le importara mucho. Y si en algo le importa te dirá que él ya esta muerto. Que mejor distráete con tu perra universidad un rato mientras tienes tiempo. Por favor no lo toques, no lo huelas ni traigas el pasado. Son cosas que no existen.

Ni siquiera le puedes decir, volvamos al apartamento y nos acostamos sobre una colchoneta en mi cuarto y hacemos el amor luego de pintar las paredes y escuchar pink floyd. No puedes decirle eso porque ese apartamento tampoco existe. Tampoco existen las paredes verdes. Tampoco existen las paredes de tonos pastel ni esas cortinas pesadas que evitaban la entrada de la luz a tu cuarto. Ya no existe la luz de la luna filtrándose por la cortina, reflejando en las paredes y en sus caras mientras se besaban.

Aquel apartamento fue visitado por vecinito por ultima vez, comió una chocolatina hershies blanca y te abrazo. Hoy en día vecinito tampoco existe. Buscaste en una guerra perdida de laboratorio su clon y el resultado fue patéticamente peor. Lo siento, así es la vida cuando uno no acepta la muerte. Es una larga historia y debe ser contada en otra ocasión.


Ahora tu alma vuela. Ya no te importa que es él. Y como no te importa, como no lo hueles, y como incluso teniéndolo en frente no lo vez, eres libre. Le hechas otra mirada a esa piel envejecida por el cigarrillo y el mal sexo, le buscas un olor a sus cabellos y a sus manos, le buscas un color a sus ojos. Pero hoy no ves mas que un "ya no es". Podríamos llamarlo un cadáver. Bajo nuestro marco de referencia, llámenlo sigma sub f, tomando en cuenta el tiempo relativo en el que nos encontramos, dejando invariante s cuadrado, definitivamente tienes en frente un cadáver. Algún chulo se lo comerá en esto días. Da igual.

Que mas queda hacer, despedirse. Un abrazo de cortesía e irse a volar. Ya lo has hecho muchas veces. La sombra de un árbol, la canción que se desangro en tu bolsillo, un marlboro ice y un poco de sangrona poesía harán un buen momento de el sol de hoy. Volar es una liberación para el alma. Dejar en tierra lo que no se necesita y hacer un viaje con lo mínimo necesario. La historia termina donde empieza: en tu imaginación.



Yo soy un gato, subido en un árbol que narra lo que ve. Te veo tan alto que estoy perdiéndote de mi radar. A él lo veo lejano y abajo, y también lo pierdo de mi radar. Ambos tomando caminos distintos. Tu tranquilo, sigue volando, ve mas arriba, seduce las estrellas. En cuanto a él, déjalo ir, de pronto algún día caerá a un caño y probara la mierda que tu alguna vez probaste, luego cuando no hay camino mas abajo para caer, empezara a subir. Si eso pasa, tu estarás en otro lado. No te juntas con muertos voladores definitivamente.

Queda por despedirme. Fue un placer conocerte. Literalmente hubo mucho placer entre nosotros dos.

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